¿Quién no ha soñado alojarse en uno de los escasos rincones recorridos habitualmente por los linces ibéricos? Villa Matilde ofrece eso y mucho más: sosiego, intimidad y ambiente hogareño sazonados con programas de educación ambiental, cursos temáticos y actividades de voluntariado. Todo ello dentro de una finca espaciosa, en el corazón de la Sierra de Andújar, con una piscina que permite mitigar los ardores del largo verano andaluz.
Ofrecen desayuno temprano y check-in tarde, compatibles con la actividad naturalista. Buena relación calidad/precio.