Ideal para darse un buen homenaje después de un día pajareando por las Villuercas. Cocina internacional. El chef va presentando a los comensales un menú sorpresa explicando cada plato con mucha simpatía y en un espacio muy agradable decorado con elementos de cerámica creados por los mismos anfitriones. Toda una experiencia que pocos se resisten a repetir.
Es necesaria reserva previa en la que se pregunta si hay algún alimento contraindicado o no deseado por los clientes.